Energético y crudo tema el de estos perros de panteón, que mantiene a partes iguales el carácter corrosivo del harcore punk y un sentido pop que sorprende y permite disfrutar aún más esta grabación que parece estar un poco más pulida de lo que se podría esperar. Por momentos recuerda a unos jóvenes Motorhead (especialmente en la voz) sin llegar a los extremos de Lemmy y compañía. Se destaca y sorprende el alto sentido melódico de la voz.
Sólido proyecto originario de los estados unidos de América que no escatima intensidad, velocidad ni agresión. Todo bien redondeado por una ejecución más que buena, sencilla hasta cierto punto, pero no simplona ni insignificante. Sobre todo en las guitarras se nota la otra influencia mencionada por el grupo, el thrash metal. Arreglos un poco más pensados donde se busca dar variedad y matiz a un track que no necesariamente requiere de dichos arreglos para transmitir el mensaje que grita el vocalista “¡no puedo ver!”.
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