Rock alternativo
de vibra noventera para los fans de la melancolía agridulce, del dolor bueno.
Imperdible.
Esta
tremenda joya de rock noventero se la debemos al cantautor candiense Michael
Flyn , quien canaliza a Cedric Zavala (The Mars Volta, At the drive in), Jeff
Buckley y Thom Yorke (Radiohead) de forma magistral para entregarnos una pieza dramática,
altamente emotiva y llena de detalles melódicos y armónicos interesantes y de
gran valor de entretenimiento.
Empezando por la pericia técnica necesaria para emular a cualquiera de los titanes antes mencionados ya sea en el aparado vocal o musical, primer gran mérito. Luego, la composición es compleja y rica, el uso de una afinación alternativa en la guitarra de entrada brinda sonoridades no tan habituales y provoca a la creación de diferentes patrones armónicos que a su vez engendran melodías poco ortodoxas como la que escuchamos en Push it in. La voz es casi extraterrestre en su espectacular rango y capacidad interpretativa, desde una dulce voz media hasta los sobreagudos angustiantes y desesperados.
Joya
indispensable. Bien ahí Canadá.
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