“Una voz desnuda junto a sus tres guitarras y una cacofonía de metales y órganos en esta canción sobre resiliencia” es la descripción que estas viejas manos pesadas brindan acerca de su tema de folk rock dramático y excelentemente bien ejecutado. La introducción, como ellos mismo lo describen, resulta en un abigarramiento instrumental sobrecogedor que da paso a una contrastante sección donde la solitaria voz sin acompañamiento alguno comienza a cantar.
Desde un principio, la clave del seis por ocho cautiva por su natural carácter histriónico, prontamente enriquecido gracias al agregado de los elementos antes mencionados que cumplen cabalmente su función de acompañamiento sin interponerse. Mi parte favorita es el arreglo general de los metales, el saxofón barítono siempre confiere un entorno sombrío y grave que me parece más que adecuado para la ocasión. Recomendable para los fans del folk rock, y el rock sureño de los años 70.
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