Garage rock de factura neerlandesa con ecos de los escandinavos The Hives y toda esa camada de grandes bandas surgidas en la primera mitad de la década del dos mil. Riff entrecortados de guitarra seca, cortante y brillante. Voces que oscilan entre los gritos y el canto y una batería veloz y de gran ejecución. La grabación, como es de esperarse, tiende al estilo lo fi deliberado que, lejos de restar claridad, brinda intensidad y potencia a esta “señal de afecto”.
El tema es breve, concreto y sin demasiadas florituras, que en este caso resultarían innecesarias. Destaca la línea de bajo distorsionado como una fuerza que dirige la pieza de principio a fin con figuras bastante creativas que recuerdan al estilo de “The Ox” John Enwistle, bajista de la mítica banda británica The Who. La combinación de las dos voces (femenina y masculina respectivamente) resuman frescura y desparpajo junto al apasionado solo de guitarra.
Para fans de The Hives, The Vines o Jet.
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