La canción más reciente de John Gallen es una divertida sátira acerca de una forma de vida muy común en estos tiempos tan alocados que nos tocaron vivir. En cuanto a la música, hay una mezcla de pop con un poquito de funk, con esto te puedes imaginar que el ritmo es sumamente contagioso y tiene ese sonido bailable tan familiar para los que disfrutan estos dos géneros. Aporta una sensación vibrante y de mucho carisma que se refuerza con un sentimiento explosivo cada que suenan los coros y las partes clave de este tema.
La letra, como dije al principio, habla acerca de como hoy en día muchas personas optan por un camino más sencillo que el de otros para hacer dinero, especialmente personas atractivas, aunque esto no es una regla. Menciona como la gente a veces opta por tomarse fotos provocativas y con poca o nada de ropa, y subirlas a plataformas de suscripción para que otros usuarios paguen por ver su contenido. Si bien esto no tiene nada de malo, siempre y cuando se haga todo legal, resulta gracioso aprender que todas estas personas se autodenominan modelos y a veces estrellas porno, pero bueno, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar si se identifican como tal?
Vivimos en la época donde todos se autoproclaman de todo pero casi no tienen talento para nada.
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