Con un claro homenaje a Joy Division en sus primeros acordes, Les dérives, garantiza un viaje sonoro en claroscuros.
La canción es una reflexión sobre perder el rumbo, dejarse arrastrar por impulsos, errores y adicciones. Todo suena como si estuvieras flotando por una ciudad a medianoche, con los sentimientos a flor de piel y esa sensación de que algo se está desmoronando dentro.
La voz, cruda y vulnerable, se entrelaza con guitarras atmosféricas y una base rítmica contenida que amplifica el desasosiego emocional. Como si Fontaines D.C. se encontrara con Radiohead en un callejón parisino.
Formados en 2007, RedLight ha cultivado un sonido difícil de encasillar —en el mejor de los sentidos—. Algunos lo llaman “rock por despecho”, otros, una fusión audaz de electro, hip-hop, blues y rock. Hoy, el trío integrado por Dapé, Laurent y Guy continúa esa búsqueda sin concesiones.
Les dérives reafirma su propuesta: un post-punk confesional y libre que no teme mirar de frente a la oscuridad humana. Una rolita totalmente adictiva.
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