Esta canción la podría definir como punk de garege. No se
trata de una producción bien pulida, sin embargo, tiene la esencia del punk. Es
como si Trapp Hill Collision nos hubiera invitado a su sala de ensayos, con
todo lo que eso implica: escuchar una canción en su totalidad en su estado más
crudo y puro, cuando aún no se le agregan todas esas florituras y aun así suena
espectacular. Porque tanto la guitarra como la batería logran crear este efecto
de estar ante una canción que conquista el género con sus sonidos pulsantes y vibrantes.
Mientras que la interpretación no se preocupa por sonar
afinada, más bien quiere que cada línea que canta se entienda y transmita
emociones, y es lo que logra en los pocos más de tres minutos que dura la
canción; además, se apoya de un coro que se hace presente en algunos momentos
de la canción. Así que si quieres escuchar una propuesta orgánica solo dale
play a esta canción.
¡Esta canción suena a garage punk orgánico!
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