Ecos de The Kooks y en menor medida, los Arctic Monkeys, es lo que este señor
Rubén Medellín presenta con Fatiga Crónica. Una píldora de indie pop británico a medio tiempo que recrea fielmente el
sentimiento de la letra, donde se contrasta una vida activa mayormente callejera
y la reclusión que una depresión o cualquier tipo de impedimento físico o
mental puede provocar en cualquiera de nosotros.
El track nuevamente, contiene los elementos clásicos del género, la batería seca que últimamente todo mundo busca, guitarras entrecortadas con un ligero crunch y un bajo preciso que marca y dirige con discreción. Silencios y pausas que brindan espacio, un respiro en medio de un trote matutino para beber algo de agua, saludar al vecino y cambiar la canción en el celular.
Al llegar al estribillo, las voces octavadas proponen profundidad y dramatismo, al tiempo que aparecen discretos sintetizadores al fondo acompañando a la guitarra arpegiada. La pérfida Albión sigue invicta como la mayor fábrica de indie rock de la historia. No hay sorpresas desagradables aquí.
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