Sorprendente
y soberbio punk extrañamente prolijo, cercano al new wave y al indie, pero no demasiado.
Este proyecto canadiense crudo, corrosivo y altamente musical, siguiendo los estándares del género, decide ser contestatario y romper con dichos estatutos en una versión antitética de punk sofisticado. Quizá permeado por otras influencias que en menor medida pudieran aportar nuevos y diversos recursos para complementar lo que en sentido estricto es una pieza de punk puro. Están aquí las voces que gritan/cantan/hablan pero con reverberación, delay y una pizquita de distorsión. Las guitarras sucias y salvajes, a quintas o power chords, pero perfectamente paneadas y ejecutadas no se diga. La batería imponente y poderosa, indomable pero con remates que rayan en el virtuosismo y un timing que ya quisieran los mejores roqueros.
La composición se sostiene en un riff de guitarra entretenido y energético durante los versos y una extrañísima secuencia armónica nirvanesca durante el estribillo. Más el agregado de breakdowns y pausas estratégicas que demuestran aún más ese carácter de punk elegante antes mencionado. Da gusto presenciar un esfuerzo tan notorio por crear algo que venga del corazón, con actitud y un desparpajo imperdible. Recomendable para fans de The Breeders o Sleater Kinney.
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