Una guitarra melódica es la que nos
recibe en este tema, la cual conserva el espíritu del indie rock. A esa
guitarra se le suma la guitarra que va a un ritmo casi cronometrado. La canción
va construyendo una melodía animada, pero tranquila, y es que cada elemento que
se suma le da más vida a esta canción, hasta que en el minuto 1:27 explota en
su sonoridad, es ahí donde incluso la interpretación adquiere mayor fuerza y
ritmo.
Hablando de la interpretación,
quien canta lo hace en este tono medio que no necesariamente necesita de gritar
para crear un paisaje sonoro envolvente, con su voz transmite un sentimiento de
melancolía, pero también hay algo en su forma de cantar que nos llena de
energía positiva. Cerca del minuto 3.46 es cuando se hacen notar esos elementos
electrónicos que también forma parte de esta canción. Suena fresca, suena
cercana, y sobre todo, tiene una producción impecable.
¡Un tema que suena fresco y
nostálgico!
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